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Familiares de bebés supuestamente robados en Cádiz. / eduardo
ruiz
Primero fue el no. El Juzgado de Instrucción número cuatro de
San Fernando (Cádiz) archivó la denuncia de unos padres cuyo bebé fue dado por
muerto en 1982. Y ahora ha venido el sí. La Audiencia Provincial de Cádiz ha
decidido revocar aquel auto e insta al juzgado a continuar las diligencias con
una importante novedad: el testimonio de un médico que certificó la defunción de
aquel niño. Su nombre, según el auto de la Audiencia Provincial, aparece en
otras denuncias de casos de bebés robados.
A la madre, que dio a luz en
1982 en la entonces Residencia Zamacola, el actual Puerta del Mar de Cádiz, le
dijeron que su bebé había muerto pero nadie de su familia llegó a verle. Las
sospechas comenzaron con los informes médicos que le facilitaron. El certificado
de enterramiento destaca que la causa de la muerte fue la “prematuridad”. Algo
que entra en contradicción con el informe del ginecólogo, que resolvió que el
niño había fallecido por “una gestación cronológicamente prolongada”. En el
registro civil la causa de la muerte, escrita por el mismo doctor, resulta
ininteligible.
Jugando con el lenguaje, el nuevo auto de la Audiencia
Provincial considera “prematura” la decisión del juzgado número cuatro de San
Fernando (Cádiz) de archivar esta denuncia sin ni siquiera haber tomado
declaración al médico. “Debería aclarar los términos de su certificado y, en su
caso, su aparente contradicción con el resto de informes”. La Audiencia
Provincial también insta a tomar muestras de ADN a los familiares si el forense
estima que es viable, aunque el juzgado de San Fernando no hacía ninguna alusión
a esta demanda de la familia.
Para Martín de la Herrán, el abogado que ha
representado en este caso a la familia y ha colaborado con la asociación SOS
Bebés Robados de Cádiz, esta decisión de la Audiencia Provincial gaditana es,
pionera. En la práctica supone la “primera reapertura de un caso que había sido
archivado por un juzgado de lo penal y una enorme esperanza para esta familia
para comprobar si su bebé fue robado o no”. Según relata, los restos de este
bebé ya están exhumados en el cementerio de Cádiz porque su tumba fue
desenterrada por una orden judicial para poder acceder a un féretro que estaba
en un nivel inferior. La Audiencia, según De La Herrán, da vía libre a su cotejo
con el ADN de sus posibles padres.
Pero, además, el nuevo auto da un paso
más en la aclaración de algunos de los casos denunciados, que aguardan desde
hace meses novedades judiciales. La Audiencia insta a que el juzgado reabra la
causa penal y se tome declaración al ginecólogo que firma estos
“contradictorios” informes médicos y que, además, según este auto, aparece en
otras denuncias similares en la provincia de Cádiz.
Esta novedad da
nuevas esperanzas a la asociación SOS Bebés Robados de Cádiz, que el pasado
viernes se reunió con la Fiscalía gaditana. El ministerio público les aseguró
que iban a hacer todo lo posible por agotar las vías de investigación de nuevos
casos, pero también les advertía de que su margen era escaso en aquellos casos
donde ya los juzgados habían resuelto que el delito denunciado había prescrito.
Las familias se sintieron arropadas por la fiscal y el colectivo ya prepara 25
nuevas denuncias. Se sumarán a las 300 que ya se han presentado en los juzgados,
aunque la mayoría ya han sido cerradas. SOS Bebés Robados también se ha quejado
de las pegas que los ayuntamientos están poniendo para exhumar los restos en
fosas comunes.
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