Enlace fuente: Diario Vasco
Hallan restos óseos en una exhumación en Hernani por un presunto robo de bebé
Se trata de un nacimiento de 1978 en la entonces Residencia Arantzazu de Donostia
11.01.13 - 11:28 -
Un equipo de médicos forenses del Instituo Vasco de
Medicina Legal ha practicado este viernes en el cementerio de Hernani
una nueva exhumación por un presunto caso de bebé robado en el que se
han encontrado restos óseos. Se trata de la quinta exhumación de este
tipo que se realiza en Gipuzkoa por orden judicial.
En concreto, en este caso se trata de una denuncia
interpuesta por una familia de Hernani, que quiere conocer qué ocurrió
con un bebé nacido en 1978 en la entonces Residencia Arantzazu de San
Sebastián, enclavada en el actual Hospital Universitario Donostia. Como
en otras denuncias, se sospecha que el bebé supuestamente pudo ser
arrebatatado a sus padres para ser entregado en adopción de forma
irregular.
La exhumación comenzaba poco antes de las 10 de la
mañana, en una zona de nichos del cementerio de Hernani. A la misma han
acudido, además del equipo forense, la autoridad judicial que investiga
el caso y agentes de la Ertzaintza. Asimismo, también ha estado presente
en la diligencia practicada la familia denunciante, acompañada de su
abogado. Los familiares han preferido mantenerse en el anonimato y no
realizar declaraciones, según ha explicado a este periódico el
representante legal de la familia.
El trabajo de los médicos forenses se prolongaba durante
alrededor de media hora, resguardado bajo unas pantallas protectoras
colocadas por la Ertzaintza. Pasado este tiempo, la comitiva ha
abandonado el lugar con unas bolsas con material recogido en la
diligencia practicada.
Enlace: Segunda exhumación de este año en Gipuzkoa
Realizan en Polloe la sexta exhumación en Gipuzkoa por un presunto bebé robado
Un juez investiga un supuesto caso
ocurrido en 1960 en Donostia. Los forenses recogieron en el panteón una
«importante cantidad de barro y tierra» en la que tratarán de hallar
restos biológicos de la criatura
19.01.13 - 00:59 -
Una familia donostiarra mantiene intacta la sospecha de
que un bebé pudo ser robado hace ahora 53 años en una clínica privada.
La exhumación realizada ayer en el cementerio de Polloe no reveló
conclusiones inmediatas que den luz a la denuncia interpuesta por la
familia para conocer lo ocurrido en la ya desaparecida clínica Nuestra
Señora del Coro de San Sebastián. Los forenses que abrieron el
enterramiento ante los ojos de la propia familia no encontraron el
panteón vacío, pero tampoco hallaron en un primer análisis restos óseos
evidentes. Según señalaron fuentes consultadas por DV, en el lugar donde
debería haber estado enterrado el bebé encontraron «una importante
cantidad de barro y tierra», que será analizada en busca de restos
biológicos que confirmen que allí estuvo inhumada la criatura.
La practicada ayer en Donostia es la sexta exhumación
que, por orden judicial, se lleva a cabo en Gipuzkoa en poco más de un
año, en el marco de las investigaciones para esclarecer los presuntos
casos de bebés robados ocurridos en hospitales del territorio durante el
franquismo y los primeros años de la democracia. Una de ellas tuvo
lugar la semana pasada en Hernani. Del resto, tres de las cuatro
denuncias que derivaron en exhumaciones fueron archivadas.
En todos los casos, las familias que interponen las
denuncias sospechan que los pequeños fueron arrebatados a sus padres
para luego entregarlos en adopción de forma irregular y, según sostienen
en algunos casos, a cambio de dinero.
Bajo la lluvia
La exhumación de ayer transcurrió bajo la lluvia. Un
equipo de médicos forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal,
encabezado por Luis Miguel Querejeta, jefe del Servicio de Patología de
la citada institución, acometió la diligencia, ayudado por empleados del
camposanto donostiarra.
La apertura del panteón comenzó poco antes de las 10.30
horas, con la presencia de la familia denunciante. Entre ellos, al lugar
acudió la madre del bebé que presuntamente estaría enterrado allí.
Según fuentes consultadas, se trata de un caso ocurrido
en 1960, en la ya desaparecida clínica privada Nuestra Señora del Coro,
ubicada en la Calzada Vieja de Ategorrieta de San Sebastián.
En la denuncia, la familia relata que la madre ingresó en
la citada clínica para dar a luz y, cuando llegó el momento del parto,
le dijeron que no había contracciones y que el bebé había fallecido,
señalan las fuentes consultadas. La denuncia añade que al día siguiente
le extrajeron supuestamente el feto y que la madre nunca llegó a ver al
pequeño. No hubo entierro, ni certificado de defunción, ni historia
clínica, ni inscripción en el registro civil, lo que suscitó las
sospechas de la familia, que decidió interponer una denuncia.
En la investigación de los hechos, la titular del juzgado
de instrucción número 2 de San Sebastián autorizó la exhumación
practicada ayer en Polloe. La intervención se prolongó durante alrededor
de una hora en un panteón familiar del camposanto, protegido por unas
pantallas desplegadas por la Er-tzaintza para preservar la privacidad
del acto.
Pasada la hora, los forenses se retiraron del lugar
portando varias bolsas negras repletas de material recogido en un
panteón familiar «con capacidad doble». Según señalaron a este periódico
fuentes consultadas, los forenses recogieron «una importante cantidad
de barro y tierra» en el «único lugar en el que podía haber restos de la
criatura». Los expertos no pudieron identificar resto alguno a simple
vista por lo que se llevaron toda la materia para ser tratada y
analizada, a la búsqueda de restos biológicos. El trabajo «será largo» y
se prolongará durante varias semanas, por lo que de momento no se puede
asegurar que en el lugar se enterrara al bebé pero tampoco lo
contrario.
El barro y tierra recogido se encontraba en la parte más
baja del panteón, que se hallaba anegado de agua por las lluvias de
estos días. Tampoco se encontró un ataúd de las dimensiones del pequeño,
algo comprensible, teniendo en cuenta de que se trata de un
enterramiento de 1960 y de «las condiciones de humedad» en las que se
encuentra en panteón.
En la primera de las exhumaciones llevadas a cabo en
Gipuzkoa, también en Polloe, los forenses no encontraron resto alguno
tras abrir un panteón hace ahora un año. En ese caso, el de la familia
Losa-Ocáriz, las condiciones del panteón eran «totalmente distintas» a
las de la exhumación de ayer, ya que se trata de una construcción de
hormigón estanca, según recuerdan las fuentes consultas. En el caso de
la exhumación de la familia Losa-Ocáriz, los forenses concluyeron que
allí nunca se enterró al bebé buscado. La investigación en esta denuncia
sigue abierta.
También siguen en marcha las pesquisas en la denuncia que
provocó la exhumación de la semana pasada en Hernani, en la que se
encontraron «restos óseos identificativos de un bebé», que ahora se
analizan. Las otras tres denuncias que derivaron en exhumaciones en
Polloe (mayo de 2012), Irun (junio de 2012) e Itsasondo (enero de 2012)
fueron archivadas.
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