La asociación SOS Bebés Robados volvió a concentrarse
ayer frente a la catedral del Buen Pastor en Donostia, como viene
haciendo cada primer sábado de mes, para reclamar «justicia y no solo
palabras de consuelo». La asociación, que ha interpuesto más de 230
denuncias ante las Fiscalías vascas, denunció «problemas» para acceder a
la documentación e historiales médicos, necesarios para presentar una
reclamación judicial. DV
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